El universo pictórico de David Morago (Madrid, 1975) aterriza en Ansorena Galería de Arte para concluir esta temporada expositiva.

Nacido en una familia vinculada al mundo artístico, pronto sintió atracción hacia la pintura. Tras su paso por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, comienza a representar su personal universo con un cierto sentido ilusorio. Convierte la realidad en una presencia enigmática que atrapa la mirada del espectador.

En su iconografía, que en cierta manera se nutre de las inquietudes de su infancia, son habituales las representaciones de animales, los paisajes y los libros. Son recurrentes sus temas de fauna y paisaje. En esta ocasión hay una colección de lienzos donde diferentes razas de perros, apostados en mesas de exhibición, son retratados, se convierten en los protagonistas, pero los presenta con un fondo salvaje, donde la descripción frontal y realista del animal contrasta con la naturaleza del fondo, no carente de ciertos grados de abstracción y ciertas arbitrariedades en el color.

Todo ello se complementa con el afán archivístico, que se traduce en sus obras de libros. Una suerte de bodegones que remiten a la importancia del fondo documental de todo museo.

Un gran dibujo, una pincelada suelta y el acierto en el manejo del color, son el resto de elementos que hacen de esta exposición una cita ineludible con uno de los mejores creadores de la última pintura española contemporánea.