José Beulas Recasens nació en Santa Coloma de Farnés (Gerona) en el año 1921. A principios de los años cuarenta hizo el Servicio Militar en la provincia de Huesca, en el Cuerpo de alta Montaña. En este tiempo, también se desempeñó como sastre y comenzó su interés por la pintura. En esta ciudad descubrió el paisaje que se convirtió en uno de los temas esenciales de su obra.
En 1946, luego de su matrimonio con María Sarrate, fijó su residencia en Huesca. En 1947 viajó a Barcelona para recibir clases de dibujo en la academia Baixas. Al año siguiente recibió una beca, por parte de la Diputación Provincial de Huesca, que le permitió formarse en la Escuela de Bellas Artes de la Academia de San Fernando en Madrid.
Allí tuvo como maestros a Ramón Stolz y Vázquez Díaz, quienes influyeron en su arte. En 1951 abandonó la Aacademia, y fue pensionado en el Monasterio de El Paular en Madrid. Luego, fue becado también en Segovia, por la Escuela Superior de Bellas Artes.
En la capital española estudió los clásicos, al visitar con asiduidad el Museo del Prado. Entre los artistas del momento en España admiró a Benjamín Palencia y a Ortega Muñoz, de quienes recibió influencia.
En 1954 realizó su primer viaje a París, ayudado por una beca, donde comenzó a consolidarse como artista y a recibir reconocimiento. Al año siguiente ganó la beca del Ministerio de Asuntos Exteriores con la que asistió a la Academia Española de Bellas Artes de Roma, ciudad en donde tuvo sus primeros éxitos. Allí entró en contacto con numerosos artistas, como: Echauz, Reyes Torrent, García Donaire, Cesar Montaña, García de Paredes o Javier de Carvajal. A su vez, Beulas comenzó con su colección de arte, comprando a sus compañeros y amigos algunas piezas.
En Italia expuso en diversas ciudades, como Roma, Bolonia, Palermo o Agrigento, y participó entre 1957-1959 en la Bienal de Venecia. En 1960 regresó a Madrid, donde participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes obteniendo la segunda medalla. Ese mismo año obtuvo una pensión de la Fundación Juan March de Madrid, gracias a la cual produjo un importante volumen de obra. Además, pasó a ser considerado uno de los pintores más conocidos y cotizados del panorama español al exponer tanto en su país como en Latinoamérica.
En 1962 consiguió el Primer premio de la Bienal de Pintura de Zaragoza. Entre 1966 y 1967 expuso por primera vez en los Estados Unidos, en la Galería Internacional Bernardi de Washington DF. Además, entró en la nómina de artistas de la sede madrileña de la Galería Kreisler.
En 1968 consiguió la Primera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid. A partir del año siguiente fijó su lugar de trabajo en Huesca.
En 1970 expuso en la sede de New York de la galería Kreisler y se incorporó a la galería Biosca de Madrid, con la que siguió trabajando durante varios años. Expuso asimismo en España, en la galería Libros de Zaragoza y en la sala Genaro Poza de Huesca.
A partir de 1973, Beulas se limitó a exponer en su patria. Durante la década del 80 realizó numerosas exposiciones tanto colectivas como individuales en las galerías Biosca (Madrid) e Ignasi de Lasaletta (Barcelona).
En 1982 la ciudad de Huesca lo nombró hijo adoptivo; y en 1988 la Diputación de esta ciudad realizó una exposición homenaje.
Los primeros años de la década del 90, en agradecimiento a Huesca, decidió donar a la ciudad su colección de arte contemporáneo y parte de sus bienes con la intención de crear un Centro de Arte Contemporáneo. Lo cual fue retribuido con la creación del Centro de Arte y Naturaleza de la Fundación Beulas.
En 1996 fue nombrado Académico de Honor de la Real Academia de Bellas Artes.
Es, sin duda, uno de los mejores paisajistas españoles de esta generación. Tiene una exquisita técnica de pinceladas y manchas expresionistas, que se potencian por un cuidado tratamiento de la luz. Ha opinado que pintar paisaje es una forma de apropiarte del espacio.
