JAVIER RIAÑO
Bilbao, 1959
En sus primeros años de trabajo, desarrolló una obra de corte realista que oscilaba entre una vocación hiperrealista y los parámetros del pop-art. Aquellos primeros trabajos pudieron ser contemplados en muestras individuales como las realizadas en la Galería Arteta (1980), la Casa de Cultura de Basauri (1983 y 1985), la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao (1983), Windsor Kulturgintza (1987) o la Galería Ederti (1993). Con el paso de los años, Riaño fue reconocido como parte importante de una generación de artistas que reivindicaron la pintura figurativa en el arte contemporáneo que, sin llegar a ser un movimiento, sí compartían un ciertotopoicomún desde el que crear. A grandes rasgos, se podría destacar su pasión por las arquitecturas, la recurrencia al Bilbao post-industrial como tema y cierta influencia romántica en el modo de afrontar estos temas.
Posteriormente, tras casi una década y trabajando en esos parámetros, se produjo una ruptura radical con la plasmación fidedigna de la realidad para comenzar a hacer un tipo de obra más liviana en la representación en la que, además, renunciaba al color para adoptar una gama de marrones que a modo de escala de grises le servía para no desviarse del estudio pictórico de su nuevo objetivo: la luz. Estas obras pudieron verse en varias exposiciones individuales, entre las que destacan la realizada en la Galería Juan Manuel Lumbreras de Bilbao (2003), donde tras una década sin exponer individualmente mostró un tipo de obra que suponía un cambio fundamental con el que había sido su trabajo hasta ese momento, tanto en modos de hacer como en temas. Tras esta muestra, que fue expuesta también en Madrid (Galería Xanon, 2005 y 2006), Riaño mantuvo la ruptura con el color, pero ahora afrontando de nuevo los temas tradicionales de su pintura, matizando de este modo la radical ruptura. Fruto de este giro son las obras en las que de nuevo emergen como temas la arquitectura y el paisaje y que hasta el momento sigue desarrollando. Estas piezas, generalmente de grandes formatos, en las que se representan paisajes arquitectónicos interiores y exteriores, han sido recogidas en varias exposiciones individuales, como las realizadas en Madrid en 2007 y 2012 en las galerías Alexandra Irigoyen y Ansorena, respectivamente, en 2010 en la Gabarrón Foundation-Carriage House Center for the Arts de Nueva York (2010), en el Centro Fox de México (2011) o en la Sala Rekalde de Bilbao (2015).