Creo que la escultura, como cualquier otro arte, debe emocionar al coleccionista ante su mera contemplación, debe despertar en sus entrañas ese deseo de adquisición del objeto, es un acto de apasionamiento. El poseer una obra de arte, independientemente de su técnica, te tiene que llenar el alma, que puedas convivir con ella y disfrutar observándola. La escultura, a su vez, al tener tres dimensiones y ser generadora de espacio, puede ser rodeada, tocada y acariciada, puede ser disfrutada por más sentidos que la pintura.
Cristina Mato
Calle de Alcalá, 52. 28014 MADRID · Horario: 10h-14h y 16:30h-20h.
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